Cuando leemos la Biblia es Dios quien nos está hablando con todo
amor, misericordia y poder porque tiene lo que DIOS nos dice, por eso se llama
PALABRA DE DIOS.
En Hebreos 4, 12 nos dice que la Palabra de Dios tiene “Vida
y Poder”, utiliza la comparación de la espada
de doble filo como metáfora para ayudarnos a comprender que la Palabra de Dios
es contundente, pero para que la gente no se quede en la parte externa del
cuerpo aplica la siguiente idea: “penetra hasta lo más profundo del alma y del
espíritu” para darnos a entender que la Palabra de Dios penetra a lo más
profundo e íntimo de nuestro ser para juzgar, enjuiciar, evalúa, inspecciona
nuestros pensamientos y nuestras intenciones, por eso el que lee la Palabra de
Dios con atención “algo le pasa” porque tiene un efecto poderoso, siempre en cuando
el corazón del hombre se abra dejándola penetrar y actuar.
La disposición del corazón del hombre frente a la escucha de
la Palabra de Dios es a veces indiferente es decir un corazón duro, en otros
casos estar sumergidos en muchas preocupaciones no dejando actuar a Dios en su
vida por la poca fe que tienen de él. Por eso Jesús nos motiva con la parábola
del sembrador a tener una actitud adecuada de acogida a la Palabra de Dios,
como por ejemplo si tenemos preocupaciones entregárselas a Jesús por que él
mismo lo pide cuando dice vengan a mí los que están “cansados y agobiados”
(Mateo 11, 28)
Mateo 4, 4 Jesús nos dice que la Palabra de Dios tiene un PODER
ALIMENTADOR del alma y el cuerpo.
Salmo 119, 105:”Tu Palabra es una lámpara a mis pies y una
luz en mi camino” tiene un PODER ILUMINADOR.
El pueblo católico tiene que ser un pueblo con la biblia en
la mano y contagiar a los demás hermanos en nuestras parroquias, en los grupos
y en nuestras casas para que más hermanos la lean, se alimenten, reciban
enseñanzas y así vamos a tener un pueblo más instruidos y menos frágil porque
va hacer un pueblo alimentado e iluminado.
El Cristianismo se fundamenta en el Nuevo Testamento, el
Antiguo Testamento es nuestro antecedente pero cuando llego Jesús muchas cosas
cambiaron como por ejemplo “el día del Señor”, hasta llego Jesús era el día
sábado y en la iglesia naciente empezó hacer el domingo por la resurrección de
Jesús y el derramamiento del Espíritu Santo. En el Antiguo Testamento lo más
importante es la Ley de Dios pero en el Nuevo Testamento lo más importante la Persona Amorosa y Salvadora de Cristo Jesús, de tal a manera que si le pides
perdón de corazón a Jesús hasta tus faltas a la ley pueden ser perdonados como
le pasó al buen ladrón; según la ley del antiguo Testamento lo condenaba al
infierno y ¿qué es el Nuevo Testamento? es que este ladrón se encontró con un
Señor hermoso y misericordioso y le dice “acuérdate de mí cuando estés en tu
reino” y le contesto Jesús “hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”.
2 Timoteo 3, 15 dice: “Desde niño conoces las escrituras”, las
cuales lo llevarían a la Salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. El
nombre de “Cristo Jesús” no está en el Antiguo Testamento pero otros nombres
que se le aplican si están y cuando se le aplicaban a Jesús se escandalizaban, por
ejemplo cuando Caifás le pregunta en la pasión al Señor “¿eres tú el Hijo de Dios?”, Jesús le responde
“tú lo has dicho” y luego agrega
diciendo: “Veras al Hijo del Hombre venir en gloria”; esto era un texto
mesiánico y cuando lo decía estaba aplicando su divinidad.
Cuando Jesús les pregunta a sus discípulos ¿ustedes quien
dicen que soy yo? Pedro le responde “Tu eres el Cristo, el mesías, el hijo de
Dios vivo”
2 Timoteo 3, 16 – 17 habla del PODER EDUCATIVO de la Palabra está
inspirada porque es útil para enseña, reprender, corregir, educar en vida
recta, capacitar al hombre de Dios y capacita para toda obra buena.
En Isaías 55, 10 - 11 compara la Palabra como la lluvia y
describe el proceso: empapa, fecunda, germina, produce la semilla y luego el
alimento que es lo que se come, y agrega así es la Palabra no vuelve a mí sin
producir efecto; pero teniendo presente en los que se dejan empapar es decir
cuando cae en tierra buena y echamos la semilla produce todo lo que dice y
agrega: “hace lo yo quiero y cumple la orden que le doy”.
Dios nos da el don de la libertad o libre albedrio por este
don podemos decir SÍ o decir NO; Por eso satanás cuando tentó a la primera
pareja tuvo que argumentar para convencerlos porque el ser humano un ser libre que
puede decidir. El primer Adán a Dios le dijo NO y al diablo le dijo SI, el
segundo Adán dice San Pablo a Dios le dijo SI y al diablo le dijo No, el nuevo
Adán es Cristo Jesús.
La vigencia de la Palabra es eterna como lo refiere en el Salmo
119, 89, Lucas 21,33 e Isaías 40, 8. Nosotros tenemos la dicha de poder leer
una Palabra que nunca va a pasar.
Santa Teresita del niño Jesús dice lo siguiente en sus
escritos “Yo escrudiñaba la Biblia sin cesar para descubrir el carácter de Dios,
yo interroga a la Biblia en las horas decisivas de mi vida y le consultaba en
todas las ocasiones”.
Si bien gran parte de nuestra Iglesia sobre todo el pueblo ha
pasado en ayuno de las escrituras a raíz de que fueron surgiendo más y más sectas,
sin embargo esto ya se terminó hace 50 años con el Concilio Vaticano II y ahora
más bien la Iglesia está caminando poco a poco hacia una mayor difusión de la
Biblia en el pueblo católico, dentro de este trabajo la comunidad Servicio
Bíblico Católico ya lo viene desarrollando aproximadamente 33 años dando a
conocer la Buena Nueva de nuestro Señor Jesucristo entre nuestros hermanos
tocando las puertas de casa en casa y realizando eventos como Jornadas Bíblicas, como la que se llevara a
cabo este domingo 27 de setiembre en el Coliseo Salesiano, donde todos están invitados a participar trayendo su biblia.
!CRISTO TE ESPERAS NO FALTES!
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