martes, 25 de agosto de 2015

EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS


EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS

Cuando leemos la Biblia es Dios quien nos está hablando con todo amor, misericordia y poder porque tiene lo que DIOS nos dice, por eso se llama PALABRA DE DIOS.
En Hebreos 4, 12 nos dice que la Palabra de Dios tiene “Vida y Poder”, utiliza la comparación  de la espada de doble filo como metáfora para ayudarnos a comprender que la Palabra de Dios es contundente, pero para que la gente no se quede en la parte externa del cuerpo aplica la siguiente idea: “penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu” para darnos a entender que la Palabra de Dios penetra a lo más profundo e íntimo de nuestro ser para juzgar, enjuiciar, evalúa, inspecciona nuestros pensamientos y nuestras intenciones, por eso el que lee la Palabra de Dios con atención “algo le pasa” porque tiene un efecto poderoso, siempre en cuando el corazón del hombre se abra dejándola penetrar y actuar.
La disposición del corazón del hombre frente a la escucha de la Palabra de Dios es a veces indiferente es decir un corazón duro, en otros casos estar sumergidos en muchas preocupaciones no dejando actuar a Dios en su vida por la poca fe que tienen de él. Por eso Jesús nos motiva con la parábola del sembrador a tener una actitud adecuada de acogida a la Palabra de Dios, como por ejemplo si tenemos preocupaciones entregárselas a Jesús por que él mismo lo pide cuando dice vengan a mí los que están “cansados y agobiados” (Mateo 11, 28)
Mateo 4, 4 Jesús nos dice que la Palabra de Dios tiene un PODER ALIMENTADOR del alma y el cuerpo.
Salmo 119, 105:”Tu Palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino” tiene un PODER ILUMINADOR.
El pueblo católico tiene que ser un pueblo con la biblia en la mano y contagiar a los demás hermanos en nuestras parroquias, en los grupos y en nuestras casas para que más hermanos la lean, se alimenten, reciban enseñanzas y así vamos a tener un pueblo más instruidos y menos frágil porque va hacer un pueblo alimentado e iluminado.
El Cristianismo se fundamenta en el Nuevo Testamento, el Antiguo Testamento es nuestro antecedente pero cuando llego Jesús muchas cosas cambiaron como por ejemplo “el día del Señor”, hasta llego Jesús era el día sábado y en la iglesia naciente empezó hacer el domingo por la resurrección de Jesús y el derramamiento del Espíritu Santo. En el Antiguo Testamento lo más importante es la Ley de Dios pero en el Nuevo Testamento lo más importante la Persona Amorosa y Salvadora de Cristo Jesús, de tal a manera que si le pides perdón de corazón a Jesús hasta tus faltas a la ley pueden ser perdonados como le pasó al buen ladrón; según la ley del antiguo Testamento lo condenaba al infierno y ¿qué es el Nuevo Testamento? es que este ladrón se encontró con un Señor hermoso y misericordioso y le dice “acuérdate de mí cuando estés en tu reino” y le contesto Jesús “hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”.
2 Timoteo 3, 15 dice: “Desde niño conoces las escrituras”, las cuales lo llevarían a la Salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. El nombre de “Cristo Jesús” no está en el Antiguo Testamento pero otros nombres que se le aplican si están y cuando se le aplicaban a Jesús se escandalizaban, por ejemplo cuando Caifás le pregunta en la pasión al Señor  “¿eres tú el Hijo de Dios?”, Jesús le responde “tú lo has dicho” y luego agrega  diciendo: “Veras al Hijo del Hombre venir en gloria”; esto era un texto mesiánico y cuando lo decía estaba aplicando su divinidad.
Cuando Jesús les pregunta a sus discípulos ¿ustedes quien dicen que soy yo? Pedro le responde “Tu eres el Cristo, el mesías, el hijo de Dios vivo”
2 Timoteo 3, 16 – 17 habla del PODER EDUCATIVO de la Palabra está inspirada porque es útil para enseña, reprender, corregir, educar en vida recta, capacitar al hombre de Dios y capacita para toda obra buena.
En Isaías 55, 10 - 11 compara la Palabra como la lluvia y describe el proceso: empapa, fecunda, germina, produce la semilla y luego el alimento que es lo que se come, y agrega así es la Palabra no vuelve a mí sin producir efecto; pero teniendo presente en los que se dejan empapar es decir cuando cae en tierra buena y echamos la semilla produce todo lo que dice y agrega: “hace lo yo quiero y cumple la orden que le doy”.
Dios nos da el don de la libertad o libre albedrio por este don podemos decir SÍ o decir NO; Por eso satanás cuando tentó a la primera pareja tuvo que argumentar para convencerlos porque el ser humano un ser libre que puede decidir. El primer Adán a Dios le dijo NO y al diablo le dijo SI, el segundo Adán dice San Pablo a Dios le dijo SI y al diablo le dijo No, el nuevo Adán es Cristo Jesús.
La vigencia de la Palabra es eterna como lo refiere en el Salmo 119, 89, Lucas 21,33 e Isaías 40, 8. Nosotros tenemos la dicha de poder leer una Palabra que nunca va a pasar.
Santa Teresita del niño Jesús dice lo siguiente en sus escritos “Yo escrudiñaba la Biblia sin cesar para descubrir el carácter de Dios, yo interroga a la Biblia en las horas decisivas de mi vida y le consultaba en todas las ocasiones”.
Si bien gran parte de nuestra Iglesia sobre todo el pueblo ha pasado en ayuno de las escrituras a raíz de que fueron surgiendo más y más sectas, sin embargo esto ya se terminó hace 50 años con el Concilio Vaticano II y ahora más bien la Iglesia está caminando poco a poco hacia una mayor difusión de la Biblia en el pueblo católico, dentro de este trabajo la comunidad Servicio Bíblico Católico ya lo viene desarrollando aproximadamente 33 años dando a conocer la Buena Nueva de nuestro Señor Jesucristo entre nuestros hermanos tocando las puertas de casa en casa y realizando eventos como  Jornadas Bíblicas, como la que se llevara a cabo este domingo 27 de setiembre en el Coliseo Salesiano, donde todos están invitados a participar trayendo su biblia. 
!CRISTO TE ESPERAS NO FALTES!  




viernes, 21 de agosto de 2015

¡Te invitamos a participar de este gran encuentro bíblico en Lima Perú!


La Comunidad SERVICIO BÍBLICO CATÓLICO va a realizar su 20 GRAN JORNADA BÍBLICA CATÓLICA. Este evento evangelizador se realizará el domingo 27 DE SETIEMBRE desde las 9.00 AM hasta las 6.00 de la tarde. El lugar será como todos estos últimos años EL COLISEO DEL COLEGIO SALESIANO que está ubicada en la Av. Brasil cuadra 3 a espaldas. Este año tomaremos como tema general "VIVIR LOS SACRAMENTOS. Todos están invitados. El ingreso es libre, no se paga nada. Eso sí, exhortamos a que todos asistan portando su Biblia para que puedan seguir atentamente los temas que se disertarán durante el programa.

¡Te esperamos, ven con tu familia y amigos! 

Conversación con Dios Padre





Un diálogo de amor de nuestro padre Dios con los que rezan el Padre Nuestro



Un compromiso de amor filial.

JESÚS NUESTRO ALIMENTO

Jesús celebro la Cena pascual judía con sus apóstoles y en el momento de comer el pan lo tomo y lo partió diciéndoles: “tomen y coman, este es mi cuerpo”. Luego tomó en sus manos la copa de vino y dando gracias a Dios se los paso a sus discípulos diciendo. “tomen y beban todos de él porque esta es mi sangre que será derramada en favor de muchos para el perdón de sus pecados” (Mateo 26, 26 – 28; 1 Corintios 11, 23- 26).
Jesucristo prometió quedarse con nosotros para siempre. Él se quedó entre nosotros de diversas maneras, pero la manera más sublime de quedarse entre nosotros  fue el sacramento de la EUCARISTIA.
En la Eucaristía Jesús quiso hacerse presente bajo la forma de pan y vino para ser el alimento espiritual nuestro y darnos su gracia de salvación y santificación.
El evangelista San Juan en el capítulo 6 narra dos milagros de Jesús: con la multiplicación de los panes, nos dice así como pudo multiplicar el pan material así puede multiplicar su cuerpo para ser el alimento espiritual de sus discípulos. Con el milagro de Jesús que camina sobre las aguas superando las leyes físicas, nos dice que también Jesús puede hacerse presente en el pan y vino transformándolos en su Cuerpo y en su Sangre.
San Juan después de la presentación de los milagros de la multiplicación de los panes y Jesús caminando sobre las aguas presenta la revelación de la Eucaristía en dos partes:
Primero, desde el versículo 25 al 42, nos enseña que Cristo es el Pan de Vida y que lo fundamental para recibirlo es la fe: “Yo soy el Pan de Vida, el que crea en mí, no morirá  y tendrá la vida eterna”.
Segundo, desde el versículo 48 al 58 da la explicación que debe hacerse con ese pan: comerlo: “Yo soy el Pan que ha bajado del cielo, el que como de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo daré es mi propio cuerpo”. Quienes lo están escuchando dudosos se pregunta igual que hoy:” ¿Cómo vamos a comer su cuerpo y beber su sangre?”. Pero Jesús lo reafirma: “Si ustedes no comen la carne del Hijo de Hombre y beben su sangre no tendrán vida”.
Jesús aclara que su cuerpo es alimento de vida eterna. No es alimento para el estómago sino para el alma por eso dice San Juan en el capítulo 6, versículo 63: “El espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha. Las cosas que yo he dicho son espíritu y vida”.
Todo católico necesita de este poderoso para tener fuerza espiritual necesaria para seguir bregando en la dura vida cristiana.
San Pablo dice que para participar de la Comunión se debe estar bien preparado para poder recibirlo dignamente el Cuerpo de Cristo, también debe tener una vida muy cristiana. Y limpiar el alma de pecado grave mediante la confesión antes de comulgar, así se llegara dignamente a la comunión